Estados Unidos es el mayor inversor en Nicaragua
La economía nicaragüense crecerá entre el 3.5 y 4 por ciento según indicó el Banco Central de Nicaragua (BCN) en un informe sobre las Perspectivas Macroeconómicas 2024 en donde indica que la economía nicaragüense “sigue en una senda de crecimiento sostenido, con la mayoría de las actividades expandiéndose”.
Al mismo tiempo sostiene que el mercado laboral continúa estable, con una tasa de desempleo de entre 3 y 3.5 por ciento, mientras que la inflación la inflación nacional muestra una desaceleración gradual inducida en parte por la reducción de las presiones externas, indica la entidad bancaria, que sostiene que “continua el dinamismo de la intermediación financiera, el Gobierno genera espacios fiscales y el sector externo presenta una coyuntura favorable para la continuidad de los flujos de recursos”.
En el entorno internacional, siguen presentes los riesgos generados por los conflictos geopolíticos y las condiciones financieras internacionales estrictas en un contexto de persistencia inflacionaria global. A pesar de dichos riesgos, la economía nicaragüense se ha consolidado en una trayectoria estable de crecimiento y presenta fortalezas que se derivan de un marco de políticas macroeconómicas adecuadas, lo cual le permite estar mejor preparada para enfrentar choques adversos.
En cuanto a la evolución de la inflación doméstica, se espera que el descenso gradual de los precios internacionales continúe traspasándose a los precios nacionales, por tanto, el BCN establece un rango de proyección de la inflación de 3.5 – 4.5 por ciento para 2024.
En esta proyección se toma en cuenta también el marco de políticas monetaria y fiscal adecuado, en particular, el apoyo de la política de subsidio del Gobierno y la política cambiaria con el establecimiento de la tasa de deslizamiento cambiario de cero por ciento para 2024.
Más de 1,100 millones en Inversión Extranjera
Por otro lado, según el BCN en el segundo semestre del 2023 el ingreso bruto de Inversión Extrajera Directa (IED) ascendió a 1,106.8 millones de dólares, superior en 53.9 por ciento a lo registrado en igual período de 2022 (US$719.4 millones).
Con este resultado, el ingreso de IED de 2023 totalizó 2,534.5 millones de dólares (14.2% del PIB), siendo 37.6 por ciento mayor a 2022 (US$ 1,842.3 millones, equivalente a 11.8% del PIB). Por su parte, el flujo neto de IED fue de 403.1 millones de dólares en el segundo semestre, el cual fue superior en 2.0 por ciento a lo recibido en igual período de 2022 (US$ 395.2 millones); de manera que en el año se registró un acumulado de 1,230.1 millones de dólares, que resultó menor en 4.9 por ciento en términos interanuales (US$1,293.8 millones en 2022).
En el resultado del año, el principal componente del flujo neto de la IED fue la reinversión de utilidades con 721.9 millones de dólares (58.7% del total), la cual registró una disminución interanual de 23.7 por ciento (US$946.3 millones en 2022). Entre tanto, la participación de capital totalizó 263.9 millones de dólares (21.5% del total), siendo menor en 14.4 por ciento al monto registrado en 2022 (US$308.2 millones).
En lo que respecta al financiamiento neto proveniente del endeudamiento externo con empresas relacionadas (instrumentos de deuda relacionada), se recibieron desembolsos netos de 244.3 millones de dólares, superior en 205.0 millones de dólares a lo registrado en el año anterior (US$39.3 millones en 2022).
A nivel sectorial, la mayor captación de flujos de inversión de 2023 se observó en el sector de la industria manufacturera con 412.6 millones de dólares (33.5% del total), seguido por el sector de comercio y servicios con 336.8 millones de dólares (27.4% del total); energía y minas con 254.5 millones de dólares (20.7% del total); y financiero con 172.2 millones de dólares (14.0% del total), principalmente.
Con relación al origen de la inversión extranjera en 2023, los mayores flujos netos de IED provinieron de Estados Unidos (US$269.6 millones) y Panamá (US$233.2 millones), los cuales representaron el 21.9 y 19.0 por ciento del total de los flujos netos recibidos. La IED de Estados Unidos se concentró principalmente en los sectores de comercio y servicios, industria, y energía; mientras que la de Panamá en el sector financiero y energía.