Los Nicaragüenses tienen por costumbre hacer sopa de queso para las festividades de cueresma y así continuar con las tradiciones del país.
Esta sopa de queso se convirtió en una preparación tradicional para la época de semana santa. Pero por supuesto que se puede degustar en cualquier época del año. Por sus ingredientes naturales bien seleccionados y frescos nos deja un sabroso gusto en nuestro paladar, destacando el sabor del queso.
Receta
Rinde 6 porciones
Agua
1 cebolla grande, rebanada
2 chiltomas verdes, rebanados
2 tomates rojos, rebanados
3 dientes de ajo, aplastados
1 manojo de hierbabuena
4 tazas de leche entera
2 ½ tazas de Maseca
Pizca de sal
3 tazas de queso fresco, rallado
1 ½ cucharada de achiote
1 cucharada de aceite de oliva de comercio justo
1 taza de aceite vegetal
Preparación
En una olla, hierve 4 tazas de agua. Agrega la cebolla, pimientos, tomates, ajo y hierbabuena. Cocina a fuego lento hasta que esté cocido. Mezcla la Maseca y 2 tazas de agua en un tazón hasta formar una masa. Mezcla 1 cucharada de aceite de oliva en la pasta de achiote. Mezcla el queso, la sal y la pasta de achiote en la masa. Coloca 1 taza de masa en un recipiente separado; añade ½ taza de agua. Deja el resto de la masa para hacer rosquillas. En una olla separada, hierve la leche. Retira la hierbabuena y desecha la mitad de las verduras de la primera olla. Agrega la mezcla de masa y agua, junto con la leche hervida a la olla y añade sal al gusto. Revuelve y apaga el fuego.
Para hacer las rosquillas, forma la masa restante en círculos del tamaño de tu palma. Fríe en aceite hasta que estén crujientes y de color marrón. Adorna la sopa con la hierbabuena, y sírvela con arroz y rosquillas.