La Unión Europea (UE) acaba de destinar 1 500 000 euros en ayuda humanitaria como respuesta al incremento de casos de dengue en varios países de América Central y del Sur (Guatemala, Honduras, Nicaragua, Panamá, Paraguay y Bolivia).
Los fondos han sido movilizados por la Dirección General de Protección Civil y Operaciones de Ayuda Humanitaria Europeas, y serán implementados por la Organización Panamericana de la Salud (OPS). La financiación europea contribuirá a reforzar la capacidad de vigilancia y de detección precoz, así como a mejorar la gestión clínica de los casos más graves. De esta forma, se busca evitar casos de muertes prevenibles, en particular dada la mayor severidad de la enfermedad en personas vulnerables, como aquellas que sufren malnutrición aguda.
Los casos de dengue, enfermedad endémica en la región, aumentaron significativamente durante el pasado año, que se cerró con un récord de incidencia. El incremento continuó en el primer trimestre de este año, con más de 1 400 muertes registradas hasta principios de abril.
Además, dado el elevado número de casos que se están registrando fuera de la época habitual de brotes del virus, se teme un mayor incremento durante la próxima época de lluvias, en particular en Centroamérica. Factores relacionados con el cambio climático, como el aumento de temperaturas y fuertes lluvias, contribuyen a favorecer la reproducción de los mosquitos transmisores de la enfermedad.
Cooperación de la UE
La Unión Europea y sus Estados miembros son el principal donante mundial de ayuda humanitaria. La ayuda de emergencia es una expresión de la solidaridad europea con las personas en situación de necesidad en todo el mundo. Su objetivo es salvar vidas, prevenir y aliviar el sufrimiento humano y salvaguardar la integridad y la dignidad humana de las poblaciones afectadas por catástrofes naturales y crisis provocadas por el hombre.
A través del Departamento de Protección Civil y Ayuda Humanitaria de la Comisión Europea, la Unión Europea ayuda a millones de víctimas de conflictos y catástrofes cada año. Con sede en Bruselas y una red mundial de oficinas sobre el terreno, la Unión Europea presta ayuda a las personas más vulnerables basándose en las necesidades humanitarias.