A más de 120 se eleva ya el número de muertos que han dejado estos incendios en la región de Valparaíso, Chile, según datos del Instituto Médico Legal que ha arrasado un área de más de 17 mil hectáreas.
Las dos ciudades más golpeadas han sido Viña del Mar y Quilpué -ubicadas a unos 120 kilómetros de la capital Santiago, donde villas enteras quedaron hechas cenizas.
Las imágenes son desoladoras. Cientos de personas perdieron sus casas y ahora intentan recuperar entre los escombros algunas de sus pertenencias, reportan agencias internacionales y medios locales chilenos.
“No es que Chile esté mal preparado. Lo que sucede es que estamos viendo emergencias nunca antes vistas en la historia de la protección frente a desastres”, dice a DW Miguel Castillo, director del Laboratorio de Ingeniería de Incendios Forestales de la Universidad de Chile, en declaraciones al medio alemán DW.
El especialista afirma que el país está en un profundo cambio en sus sistemas de emergencia y primera respuesta, y que ha habido avances sustantivos, por ejemplo, en materia de alerta temprana y considera que no se bajó la guardia “detección oportuna sí la hubo, pero la rápida propagación fue muy nefasta. Aquí se juntó todo: altísima temperatura, viento, material fino, dirección de avance. Por eso fue la propagación tan violenta en las primeras horas”, explica.
¿Incendio provocado?
Hasta el momento, el gobierno chileno sostiene que hay fuertes presunciones de que el incendio pudo ser provocado. El propio presidente, Gabriel Boric, ha llamado a recopilar “toda la información” sobre el origen de los incendios.
“Resulta difícil pensar que pudieran existir personas tan miserables y desalmadas capaces de causar tanta muerte y dolor”, indicó.
“Pero si estas personas existen, las vamos buscar, las vamos a encontrar y tendrán que enfrentar no solamente el repudio de la sociedad entera, sino también todo el peso del derecho y de la ley”, agregó, el mandatario.
Una de las cosas que más ha alarmado a las autoridades chilenas es la rapidez con la que el incendio se ha propagado “en solo 10 minutos, el fuego estaba con nosotros. Había humo, el cielo se volvió negro y todo estaba oscuro. El viento era como un huracán. Era como estar en el infierno”, dijo a la prensa local una mujer que estaba en una de las zonas afectadas.
Si bien es cierto los grandes incendios no son un fenómeno nuevo en Chile que ya vivió años críticos en 2014, 2017 y en 2023, entre otros, este último (2024) tiene una dimensión sin precedentes por el número de víctimas. Uno de los factores que más ha llamado la atención es la rapidez con que los incendios se propagaron.
Entre otros factores, los especialistas apuntan a que algunas de las causas hay que verlas en algunos fenómenos climáticos del país como la sequía prolongada y plantaciones forestales. Chile ha sufrido fuertes sequías en los últimos 14 años. Otro factor, clave incluso en la propagación de incendios, ha sido las altas temperaturas y fuertes viento. En las regiones afectadas, las temperaturas, durante este verano han sido de entre 33 y 37 grados C.
Otro de los factores importantes, y que no es solo un problema en Chile, sino en varios países de Latinoamérica es el rápido crecimiento de los núcleos urbanos.
Xavier Úbeda, doctor en geografía de la Universidad de Barcelona, explica que “Valparaíso es una zona de muy alto riesgo. El fuego sube por las cañadas”.
“Este es un incendio de interfase urbano-forestal. Estamos hablando de incendios que tienen lugar en una zona en que hay mucha vegetación, pero además hay casas. Y está comprobado que, en muchas ocasiones, las casas son más inflamables incluso que la vegetación del bosque”.
