QUITO (AP) — México rompió relaciones diplomáticas con Ecuador luego de que la policía irrumpiera en la embajada mexicana en Quito para detener a un exvicepresidente ecuatoriano Jorge Glas, que había solicitado asilo político allí tras ser acusado de corrupción, en una medida que generó el rechazo de varios gobiernos latinoamericanos.
Los agentes policiales entraron por la fuerza a la legación diplomática la noche del viernes para arrestar a Glas, que residía allí desde diciembre, lo que generó de inmediato el repudio de México. Las tensiones diplomáticas entre ambos países habían escalado en la última semana.
Un grupo de policías ecuatorianos entró en la noche de este viernes (05.04.2024) a la Embajada de México en Quito para detener al exvicepresidente Jorge Glas, a quien el mismo día el Gobierno de Andrés Manuel López Obrador le concedió el asilo luego de que ingresara a esa legación desde diciembre de 2023.
La agencia EFE pudo constatar que varios policías subieron paredes y vallas de la sede diplomática y luego salieron de esa residencia, que estuvo desde temprano fuertemente custodiada por militares, en un momento de tensión entre ambos países.
“El Gobierno Nacional informa a la ciudadanía que Jorge Glas Espinel, condenado a pena privativa de libertad por la justicia ecuatoriana, ha sido detenido esta noche y puesto a órdenes de las autoridades competentes”, informó posteriormente la secretaría de Comunicación de la Presidencia de Ecuador.
Gobierno mexicano advierte que recurrirá a la CIJ
El presidente mexicano Andrés Manuel López Obrador indicó en su cuenta de X, conocida antes como Twitter, que ante la “violación flagrante al derecho internacional y a la soberanía” de su país, ordenó a la Cancillería “que de inmediato declare la suspensión de relaciones diplomáticas con el gobierno de Ecuador”. Además, calificó la detención de “hecho autoritario”.
Su canciller Alicia Bárcena ratificó en la misma red social la ruptura inmediata de los lazos diplomáticos argumentando “la flagrante violación de la Convención de Viena sobre Relaciones Diplomáticas y las lesiones sufridas por el personal diplomático mexicano en Ecuador”.
Bárcena convocó asimismo al retorno inmediato a su personal diplomático en Quito, para lo cual pidió garantías a Ecuador. Agregó que esta “violación” será denunciada ante la Corte Internacional de Justicia.
El sábado temprano, el exvicepresidente Glas fue trasladado desde la Fiscalía en Quito a un centro de privación en la ciudad de Guayaquil, 270 kilómetros al suroeste de la capital, en medio de un estricto operativo militar y policial ordenado por un juez. Al exvicepresidente se le realizaría una valoración médica, informaron las autoridades penitenciarias.
Algunos simpatizantes del exvicepresidente que se encontraban en los exteriores de la Fiscalía gritaron “fuerza” a la salida de la caravana.
Quién es Jorge Glas
Glas, de 54 años y quien fungió como vicepresidente entre 2013-2017 en la administración de Rafael Correa y durante un año en el entonces gobierno de Lenin Moreno, fue condenado en 2017 en dos procesos — uno por sobornos y otro relacionado con la trama de la constructora brasileña Odebrecht — pero salió de prisión en noviembre de 2022 tras recursos judiciales. Se le consideraba uno de los ecuatorianos más buscados por la justicia.
Las autoridades ecuatorianas también investigan presuntas irregularidades durante su gestión en las labores de reconstrucción del terremoto de 2016.
El expresidente Correa difundió el sábado un video en la red social X en el que se observa a militares y policías ayudando a subir con mucha dificultad a una persona, que supuestamente es el exvicepresidente, a un avión de la Fuerza Aérea Ecuatoriana. Jahaira Urresta, asambleísta por el movimiento político Revolución Ciudadana, al que pertenece Glas, aseguró a los medios que la Fiscalía no ha explicado la situación jurídica del exvicepresidente y exigió se cumpla “el debido proceso”.
Arribando a la sede diplomática mexicana en vehículos negros, los policías rompieron las puertas exteriores del recinto ubicado en el norte de la capital ecuatoriana y accedieron a los patios para apresar a Glas.
“Estoy atónito por la situación que se ha dado (…) Es la peor acción que he podido presenciar de un gobierno extranjero”, reaccionó Roberto Canseco, jefe de la sección consular mexicana en Quito a The Associated Press. “Es totalmente inaceptable que hayan violado el estatus diplomático de la embajada”.
El gobierno ecuatoriano defendió su actuación en un comunicado de la Presidencia en el que confirmó la detención de Glas y su puesta a disposición de las autoridades judiciales. No quedó claro, sin embargo, si la orden de ingresar al recinto diplomático fue dada directamente por el gobierno del presidente Daniel Noboa o de alguna autoridad judicial.
“Ningún delincuente puede ser considerado un perseguido político”, señaló la Presidencia en el comunicado, y añadió que “al haberse abusado de las inmunidades y privilegios a la misión diplomática que albergaba a Glas y conceder un asilo diplomático contrario al marco convencional, se ha procedido con su captura”.
La Organización de Estados Americanos (OEA) expresó el sábado en un comunicado su rechazo a “cualquier acción violatoria o que ponga en riesgo la inviolabilidad de los locales de las misiones diplomáticas” y se solidarizó con las “víctimas” de las “acciones improcedentes” que afectaron a la embajada de México en Ecuador.
El organismo hemisférico hizo un llamado al diálogo para la resolución del conflicto entre las partes y dijo que es necesaria una reunión del Consejo Permanente para tratar el tema, aunque no precisó una fecha para la cita.
Gobiernos rechazan acción ecuatoriana
Varios gobiernos latinoamericanos también expresaron su rechazo a la incursión en la sede diplomática mexicana. “Se ha roto la convención de Viena y la soberanía de México en Ecuador”, señaló el presidente colombiano Gustavo Petro en su cuenta de X. Subrayó que se debe respetar “los preceptos del derecho internacional”.
La presidenta de Honduras, Xiomara Castro, repudió en la misma red lo que consideró como “un acto intolerable para la comunidad internacional” y una “violación a la soberanía del Estado mexicano y al derecho internacional”.
El gobierno del presidente chileno Gabriel Boric expresó su “enérgica condena” a lo sucedido en Quito y su “profunda preocupación” por la violación del derecho al asilo”.
El presidente de Bolivia, Luis Arce, dijo en la red social X que el hecho “no tiene precedentes en la historia del derecho internacional”.
Señaló que su gobierno “rechaza la transgresión al derecho al asilo”, y expresó la solidaridad de su país con el pueblo México y su presidente. En un comunicado, la cancillería de Bolivia también llamó a la comunidad internacional a “condenar este hecho sin precedentes en la vida democrática de la región”.
Para el catedrático en Relaciones Internacionales de la Universidad San Francisco, Carlos Espinosa, la acción del gobierno fue “torpe, arbitraria” y no le representará mayores réditos políticos. Sólo va a exacerbar, aumentar la polarización en contra de su gobierno, agregó.
El ex embajador ecuatoriano Jorge Icaza en declaraciones a la AP coincidió que la violación de la embajada es ilegal, aunque recordó que también es “improcedente”, según dijo, proteger “a un delincuente que fue sancionado por la justicia ecuatoriana en dos casos muy evidentes, lo cual también es negativo desde el punto de vista de la norma internacional”.
La tensión entre los dos países había aumentado en la víspera después de que López Obrador hizo unas declaraciones que Ecuador consideró “muy desafortunadas” sobre las elecciones que ganó su homologo, Daniel Noboa.
El mandatario mexicano aludió a que el asesinato del candidato presidencial Fernando Villavicencio días antes de los comicios había influido en la tendencia de voto y afectó a la candidata progresista, que iba a la cabeza de las encuestas, en referencia a Luisa González, designada por el expresidente Rafael Correa.
Como reacción a las declaraciones de López Obrador, el gobierno ecuatoriano declaró persona non grata a la embajadora de México.